Federico·hace 10 días· 4 respuestas

Una extraña (pero efectiva) forma de elegir entre varias de nichos

Imaginate esto:

Tenés dos ideas.

1. Un sitio de “Requisitos para…” enfocado en tráfico USA.
2. Un nicho call to clic de seguros de hogar en México.

Ambos te tientan. Ambos tienen keywords. Ambos podrían ser “el bueno”.

Y entonces, como no sabés cuál elegir, hacés lo que hacemos todos:

• Atacás la idea que más volumen de búsquedas tenga
• O la que parece tener menos competencia.
• O tirás una moneda.
• O hacés las dos, y no terminás ninguna.

¿La alternativa?

Ponerte frío. Y evaluar con cabeza, no con ganas.

La matriz de decisión promedio ponderada

Esto que te voy a mostrar lo saqué de un libro que habla de negocios, no de SEO, llamado “La vía rápida del millonario”.

Pero desde que lo uso para elegir nichos, ideas de plugins o incluso si vale la pena grabar un tutorial… fallo menos.

Se llama Matriz de decisión promedio ponderada.

Traducción: una hoja de cálculo que te salva de meter la pata.

Y funciona así:

Paso 1: Listás lo que te importa

Si estás eligiendo qué nicho lanzar, la lista podría arrancar así:

• Volumen de búsqueda
• Menor dificultad SEO
• Potencial de ingresos (RPM, leads, etc.)
• Facilidad para crear contenido
• Motivación personal (sí, eso también cuenta)

Pero podemos ir más allá:

• Evergreen vs. estacional
• Posibilidad de armar un cluster
• Diferenciación posible
• Menor riesgo de update (YMYL, EEAT, etc.)
• Menor costo estimado de enlaces
• Posibilidad de automatizar contenido

¿Se pueden agregar más factores? Mil.

La lista es interminable. Vos podés sumar lo que quieras según tu criterio. La matriz se adapta.

Paso 2: Le ponés un peso a cada uno

No todos los factores tienen el mismo peso. Hay cosas que te importan más que otras.

Por ejemplo: capaz no te molesta publicar 200 artículos si tenés un generador automático. O al revés: preferís un nicho más chico, con menos contenido, pero que rankea con 15 posts y un par de enlaces bien puestos.

Por eso, en este paso le ponés una “importancia” a cada factor. Un número del 1 al 10 según cuánto pesa para vos.

Paso 3: Evaluás cada proyecto

Ahora viene la parte divertida: ponerle nota a cada idea.

Del 1 al 10, sin piedad.

¿Qué tan bien cumple cada una con cada criterio? Eso va en la hoja.

Por ejemplo:

¿Y qué hacés con todo esto? Muy simple:

Multiplicás el puntaje de cada factor por su peso, y después sumás todo.

Eso te da un número total para cada idea. Cuanto más alto, mejor se alinea con tus criterios.

En este caso:

• Nicho A: (8×9) + (10×8) + (9×4) + (7×9) + (6×6) = 287
• Nicho B: (8×6) + (10×5) + (9×9) + (7×4) + (6×7) = 249

O, más visual:

Así, según estos números inventados, lo mejor sería atacar el nicho de requisitos en USA.

No hay magia. No hay fórmulas complicadas.

Solo tus prioridades puestas en números, para que no decidas a ciegas.

Bonus: El análisis del peor de los casos (con ejemplos reales)

Después de hacer la matriz, hay una herramienta más. Más cruda, pero también muy útil:

El análisis de consecuencias en el peor de los casos.

Consiste en responder tres preguntas:

• ¿Cuál es la peor consecuencia que puede tener esta decisión?
• ¿Cuáles son las probabilidades reales de que eso ocurra?
• ¿Es un riesgo que estoy dispuesto a aceptar?

Aplicado a un proyecto SEO real, esto podría verse así:

• Peor consecuencia: Lanzo la web, invierto tiempo en publicar 50 artículos, gasto 10 USD en dominio y contenido, y no posiciona nunca.
• Probabilidad: Las keywords tienen competencia media, mi dominio es nuevo, y la temática es YMYL. Probabilidad de no rankear, alta, 50%.
• ¿Aceptás el riesgo?: Sí. Porque incluso si no posiciona, aprendo a montar sitios con esta arquitectura, practico como usar un generador automático de contenido, y pierdo menos de 15 USD.

Cuando lo ves así, en crudo, es más fácil tomar una decisión sin el peso de las excusas.

Y si la respuesta a la última pregunta es “sí, lo acepto”… entonces ya está. Decisión tomada.

Y si es “ni loco”, también. Porque saber que no vas a hacer algo también libera.

Te da claridad mental.

Y cuando sabés cuál es el peor escenario posible y lo ves escrito… todo lo demás se ordena solo.

Esto no solo vale para SEO (ni para negocios)

Yo esta herramienta intento usarla para todo.

Porque decidir no es tan difícil cuando ves las variables sobre la mesa. Lo difícil es cuando decidís solo con corazonadas-

Ejemplos:

• Mudanza: ¿Te vas de tu ciudad a otra más cara solo porque tiene más oportunidades? Armá una matriz. Factores: costo de vida, cercanía a familia, acceso a naturaleza, tiempo de traslado, seguridad, potencial de ingresos, etc.
• Curso nuevo vs. mejorar el anterior: ¿Grabo algo desde cero o versiono lo que ya tengo? Factores: energía actual, coste emocional, esfuerzo en marketing, posibilidades de escalar, motivación personal, validación previa, etc.
• Asociarte con alguien: ¿Te conviene ese socio que propone “ir a medias”? ¿O te va a quitar más energía que una auditoría de hacienda?

Y el autor del libro lo contaba con un ejemplo más salvaje:

Tener sexo sin protección con una persona desconocida.

¿Qué es lo peor que puede pasar? ¿Un susto? ¿Un embarazo? ¿Una enfermedad?

No es lo mismo que lanzar un nicho, no. Pero el razonamiento es el mismo: ¿puedo bancarme el peor escenario?

Si lo que estás a punto de hacer tiene un peor caso que no podrías afrontar sin romperte, y ese peor caso tiene muchas posibilidades de ocurrir, no lo hagas. O al menos, preparate mejor.

En mi caso, si la peor consecuencia me hace dudar más de tres minutos seguidos… ya tengo la respuesta: paso.

Porque hay demasiadas ideas buenas como para obsesionarse con una que te quita el sueño antes de empezar.

Federico

Fundador de Asap Theme, Content Curator, Enlazatom, NichoAI, Club Nichero y Nicheros.club.